domingo, junio 11, 2006

DOMINGOS POR LA TARDE



Ocurre después de la comida . Tras el café. Al mismo tiempo que una brutal somnolencia hace su aparición, cuando las conversaciones llegan a un callejón sin salida y se apagan hasta los rumores de la casa de al lado, ésa donde siempre hay un bebé que nunca acaba de crecer. Llega de pronto, como una niebla espesa, mas espesa que el humo del tabaco y los puros y se aposenta encima de la mesa del comedor en la que ya no caben mas migas ni restos de comida, como un batracio satisfecho a partir de las cinco de la tarde, justo cuando uno está pensando en tomar otro café.
Es la tristeza del Domingo por la tarde, ese estado entre la melancolía y la pura pena que ataca a todo bicho viviente entre los tres y los noventa y tres años. Ese estado que, en los países nórdicos, contabiliza mas intentos de suicidio que en ningún otro momento de la semana. Ese estado que condujo a Proust a meterse en la cama y a no querer salir por mas magdalenas y té que Céleste le trajera. Esa extraña congoja que empuja a mucha gente a invertir los patrones del tiempo y a intentar con desesperación prorrogar el sábado hasta el martes y a poblar los after que abren el Domingo al mediodía. Esa mezcla de vagos recuerdos de infancia llenos de relamidas voces de locutores deportivos y horribles sintonías que llenaban el patio de vecinos y cuadernos escolares con deberes a medio hacer y la sensación de empezar todo de nuevo y el miedo a que nuestros amigos del Viernes hubieran formado otras alianzas durante el fin de semana y ya no nos "ajuntaran" el Lunes y miedo también a que la señorita hubiera olvidado nuestros nombres.
Domingos por la tarde en ciudades desconocidas, en hoteles con moquetas imposibles y habitaciones con baños de color marrón que te empujan a pasear por bulevares vacíos con tiendas cerradas y gente que bebe sola en cafés a punto de cerrar.Domingos por la tarde en Agosto donde la ebriedad de sentir la ciudad para uno solo es reemplazada por el vértigo de tener la ciudad para uno solo.Domingos de adolescencia a la salida de la Filmoteca, después de ver una película de Bergman ( que en sus memorias hace varias referencias a la tristeza suprema del Domingo por la tarde) que nos zarandeaba hasta la médula y que nos empujaba a partes iguales hacia el deseo de hacer cine y hacia el cementerio.Domingos de invierno en una estación de metro en Brooklyn , donde un hombre negro alto como un jugador de basketball empezó de pronto a darse cabezazos contra una columna de hierro hasta abrirse la cabeza mientras aullaba "Odio los Domingos, Dios, cómo odio los Domingos" , mientras la gente desde el andén de enfrente chillaba, "Sí, hermano ¿quién no?".( Las huellas de la sangre quedaron durante mucho tiempo en esa columna)
Y , sin embargo, hasta a tristeza del Domingo por la tarde tiene cosas buenas. Conozco parejas que se han conocido compartiendo ese miedo a la tarde del Domingo. Conozco gente que empieza una novela siempre en Domingo. Otros, durante el rodaje de una película, deciden empezar a rodar justamente en ese momento, dado que, a efectos de la complicada contabilidad ancestral del departamento de producción, cuenta como Lunes. Existen también personas que dicen no sentir nada especial esa tarde, que afirman que lo que a ellos lo que de verdad les deprime es el Miércoles por la tarde o el Jueves por la mañana. Pero es cosa sabido que hay gente que haría cualquier cosa por ser diferente a los demás, hasta fingir una alegría que no sienten un Domingo por la tarde.

18 Comments:

Blogger elogio_del_horizonte said...

Ami no me gustan los domingos por la tarde, lo reconozco.Pero ultimamente me estan gustando, me sumerjo en mis pinturas en mis libros y hasta en mi misma para encontrarme de una puñetera vez.
Te felicito por este post me quito el sombrero.
besos niña

8:13 p. m.  
Blogger Andres said...

Los domingos de mí infancia no me agradaban porque los lunes tenía que ir al colegio. Hoy no me desagradan eso si los encuentro fríos, solitarios y silenciosos. Me gustan los domingos musicales con gente recorriendo las calles como si fuera sábado.

Pd: Si gustas ven a cenar, la mesa esta servida y puse un mantel blanco.

9:42 p. m.  
Blogger Panchy said...

HOLA MI NIÑA, ESPERO ESTES BIEN, TE HE DEJADO UN EMAIL.
TARDES DE DOMINGO EN LAS QUE TE REUNES CON LA FAMILIA Y RECUERDAS LOS MOMENTOS GRATOS Y DIVERTIDOS DEL PASADO, EN ESAS TARDES FRIAS DE OTOÑO POR AQUÌ.
Y EN ESPECIAL LAS ESPERANZAS DE ESATR CON QUEIN REALMENTE AMAS, SUEÑAS Y PIENSAS.
SERÀ QUE ESTOY ENAMORADA????.
CUIDATE PEQUEÑA.
YA SABES ESTOY.
CON MUCHO CARIÑO , TU AMIGA.
PANCHY.

2:36 a. m.  
Blogger meiga said...

Mi hermanita??? jajaja no querida, es la niña de mis ojos :-D te cuento, es la hijita de una de mis mejores amigas.... mi primera sobrinita... asi que....... no veas como se le cae la baba a su tia Maria... :-D
mil besitos wapetona

9:49 a. m.  
Blogger Trini Reina said...

Este post es extraordinario, tanto por lo que dice como por lo la manera de decirlo y por hace sentir al leerlo.
Es cierto que las tardes de domingo son especialmente tristes, sobre todo, para mi, en verano pues, las tardes de domingos de otoño e invierno, como soy forofa al fútbol, pues entre que voy al partido una semana y a la siguiente estoy pendiente de el resultado por la radio, se me hacen más llevaderas. Pero ahora, con este calor, dónde vas una tarde de domingo??

Un abrazo, Lena. Un placer leerte

10:32 a. m.  
Blogger MeTis said...

lenaaa, animo que los domingos ya se sabe que son para llorar a moco tendido y sin motivo, para dejarte caer en el sofa y simplemente abrazarte y para que soñar con las cervecitas winchi!!

Besossss

1:36 p. m.  
Blogger Rafael said...

El post, para quitarse el sombrero, como ya te han dicho en los comentarios.
En cuanto a los domingos, a mi me gustan, sobre todo porque no tengo que trabajar y puedo dedicarme a mi mismo; a escribir, a vaguear, a hacer incursiones en la cocina, a dormir una buena siesta...
Un besote, Lena, y repito: el post, muy, pero que muy bien.

5:49 p. m.  
Blogger Andres said...

Lena no hay problema la mesa es grande y el mantel también.
Yo creo que deben haber muchos hombres que al igual que a mi cocinan con pasión.

Creo que la cocina y el amor se hacen con calma, como si se nos fuera la vida en eso.

¿Qué tal cocinas tú?

9:11 p. m.  
Blogger Lena said...

PAULO: Yo de cocina lo justito... vamos, para salir del paso con lo de siempre y tan solo un par de platos para quedar un poco mejor; pero...lo mio (tengo que reconocerlo) no es la cocina, por eso me llama la atención en otra gente, bueno, por eso y porque me encanta comer!!! :)))

PARA TODOS LOS DEMAS: me alegra saber que no soy la única que le pone un toque triste a los domingos. Efectivamente, no todos son igual de tontos, pero este pasado tocaba ;)) Gracias por comentar people! Besos!

9:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un post muy bueno, eso lo primero. Enhorabuena. Y luego, pues hasta hace poco mis tardes dominicales también eran así, más o menos. Pero desde que tengo que trabajar los domingos por la tarde, lo veo de otra forma y, en lugar de pensar que están en sus casas tristes y aburridos, me imagino a la gente por ahí, paseando y divirtiéndose, mientras yo estoy en el curro, aunque no sea así. Cada uno ve las cosas según le va.

9:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hay una cosa peor que un domingo por la tarde, y es un domingo por la tarde en soledad.

Sí ya lo decían los Toreros Muertos... hoy es domingo...

hoy es domingo....

Besos

2:15 p. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

Domingo por la tarde.....ese asesino silencioso, coincido al mil por mil.

Saludos.

3:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias por pasarte por mi rincon Lena, siempre es un placer.
Y, sobre todo gracias por seguir escribiendo.
Besos mil.
Becky

4:03 p. m.  
Blogger Unknown said...

LENA , SIEMPRE LENA

ES CIERTO , DOMINGO A LA TARDE ES MUY PESADO .
SE ME HACE MÁS LIVIANO , CUANDO VOY A LA CANCHA ..ALLÍ SI PERDEMOS , BUENO NI TE CUENTO .
ES LA LÁGRIMA PURA .
¿ LEÍSTE A PROUST ? , VOY POR EL TERCER TOMO DE " EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO " , ES TODO UN DESAFÍO , NO ?

MIS CARIÑOS

ADAL

SHALOM

4:50 p. m.  
Blogger Noa- said...

Gracias Lena, por tu paso y tus palabras en mi rincón.

Saludos

6:17 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy bien. Quizá los domingos tengan su filosofía, y quizá en esa filosofía esté aturdirnos un poco para devorarnos de tristeza mientras nos dormimos con la tele. Siempre queda la posibilidad de viajar de blog en blog buscando poetas y encontrarlas buenas e inteligentes y queda encontrar que la tristeza la convierten en belleza, y entonces no todo está perdido. Un beso, Lena,
Santi

3:45 p. m.  
Blogger Mariposa_de_agua said...

Domingos ...como adoro los domingos, siempre cuando no haya un Lunes feriado.
Los domingos para mi, me hacen revivir, me dan la energia justa para pensar, que empieza una semana donde posiblemente, lo encontraré... y sabes Lena, eso me hace feliz.(a mi manera claro!)
Un beso para Ti.
Pia

1:16 a. m.  
Blogger Castiza Morena said...

Cuánta razón tienes! Yo soy una de esas personas que odian el Domingo, pero sobre todo el Domingo por la tarde, al anochecer, cuando te das cuenta que se acaba y debes comenzar con un nuevo lunes. Ojalá siempre fuese Sábado, para que no llegue tan pronto el lunes. Gracias por visitarme. Te sigo leyendo...

3:22 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home